19 febrero 2007

Krabi

Mi primera visita a Krabi, hace ya dos o tres meses, fue de apenas 24 horas, para coger el avión a la vuelta de Ko Muk. En ese viaje nos dio tiempo a acercarnos a sus playas, donde pude comprobar que estaba posiblemente ante uno de los lugares más bonitos del país.



De fácil acceso, muy turístico, quizás más caro que otros sitios, pero el escenario es algo que está ahí, y no se puede cambiar: acantilados enormes, vegetación tropical, islas paradisíacas, peñones calizos que surgen del agua totalmente verticales, agua cristalina, manglares... eso se puede encontrar uno en Krabi. No se como estando Krabi y alrededores, Phuket recibe más turistas... bueno, como he salido de fiesta por Phuket quizás se el motivo...



Ya entonces supe que volvería, y lo vi como un lugar ideal para visitas. Antonio llevaba casi una semana comprando chucherías por Bangkok y alrededores, y era el momento de que viera algo más. Así se fue para allá con sus amigos de Almería, y al día siguiente llegamos una variada representación de krungteperos, unas amigas de Pablo que andaban de visita, o unas argentinas que habían perdido sus maletas y fueron “rescatadas” en el aeropuerto (caballeros españoles), así hasta 16. Desde el fin de año en Phuket no había viajado con un grupo tan grande. Probablemente no es lo mejor para hacer turismo, pero de vez en cuando, para un finde en plan fiesta, cuando hay buen ambiente... y además chicas guapas en el lote, siempre es divertido.





Llegamos a la playa de Ao Nang con todavía cuatro horas de luz, tiempo suficiente para dejar el equipaje en nuestros Bungalow, cambiarnos, probar el agua y hacer un poquito de hambre para la cena. Y tras la cena lo habitual: bares, karaokes, Sangsom, y discoteca... pero esta vez con la compañía de Antonio, recordándonos las típicas aventurillas de Bélgica que nos hemos contado miles de veces, y que nunca me canso de escuchar ni de contar.



A la mañana siguiente directos a la playa con la intención de coger un par de barcas. Como casi siempre en Tailandia, cualquier cosa que implique un intercambio (bienes o servicios) debe ser negociada, o regateada. El problema: nosotros tenemos sólo unas horas en determinado mercado, o queremos irnos a casa en un momento concreto, o tenemos sólo un fin de semana en la playa. Este último era nuestro caso, sólo tenemos 48 horas de fin de semana, mientras ellos, tanto el vendedor, como el taxista, como el barquero, tienen todo el tiempo del mundo. Partimos con esa pequeña desventaja.



Y con esa desventaja tenemos las de perder, no dinero, pero si tiempo. Y cuando es un viaje de fin de semana, y hemos regateado en los 4 taxis que hemos cogido, en los 6 tuk-tuk, en el alojamiento, en las camisetas, en la agencia de viajes, en la botella de whisky tai en la disco, en la barca,... te das cuenta de que 1/3 del tiempo se nos ha ido regateando. Es así, lo sabemos. Pero en un grupo, más a menudo cuanta más gente, siempre hay alguién (a veces soy yo, ¡por supuesto!) que en un determinado momento se siente especialmente inspirado u ofendido, y es capaz de luchar hasta el último Bath. Mientras, los demás miran con cara de desesperados para que acepte de una vez un precio. Lo malo es que cuando uno está metido en la disputa, puede ser muy entretenido.



Así, agotados por la negociación, y con una hora menos de luz, cogimos un par de barcas, y nos fuimos de paseo por la “isla del pollo” y otras cercanas, con paradas en varias playas y tiempo para echarse al agua con las gafas y el tubo. Pequeños paraísos.



Tras el día de excursión, el plan para el domingo fue mucho más relajado. Unas barcas nos llevaron a la península de Rayley, y entre la playa y la laguna se nos pasó el día. Ya de noche, en plena tormenta, vuelta al aeropuerto, cenar un “pad tai” del puesto del Soi 11, y a dormir boca abajo, que soy de la vieja escuela, y todavía pienso que para ponerme moreno lo mejor es quemarme primero.



Y la verdad, no se si es que es lunes, si es que acabo de llegar de viaje, pero además de cansado me encuentro super espeso, así que me parece a mí que mejor voy a dejarlo aquí. Porque no quiero aburrir a nadie, lo siento :-)


4 Comments:

At 11:41 p. m., Anonymous Anónimo said...

Espeso pero cada vez escribes mejor. Y me da a mi que nos ocultas unas cuantas cosas, lo cual no está bien: escribir es una buena idea para que no te pase como en Gante, que luego tiene que seguirte Antonio a los confines del mundo para que recuerdes aquellos momentos vividos en estado de semi-inconsciencia.

 
At 1:32 a. m., Anonymous Anónimo said...

Anda que vaya bien que vives "pinciano"!!!

 
At 12:14 p. m., Anonymous Anónimo said...

uno de los sitios más bonitos de tailandia si señor.

cuida con el pablete, que le molan demasiado las farangs ;) ..... ya lo veo ahi en la foto regateando en thai delante de las argentinas, jajajajaj

Un abrazo para toda la tropa.

 
At 5:07 a. m., Anonymous Anónimo said...

me encaaaaaaaaaaaaaaaaaanta tu blog...

he dicho...

y todas las fotos son una pasada. con tu permiso, me quedo aqui un rato mas.
saludos!
esther

 

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