29 octubre 2006

Ayutthaya

Basta ya de Changs, de Singhas, de Long Islands y de botellas de “etiqueta roja”. Esto pensé el sábado cuando me desperté sudando sobre las 11 y con un molesto pinchazo en la cabeza. Ni la piscina, ni el squash, ni la leche de soja me quitaron esa sensación. Entonces lo vi claro, abajo el botellón, abajo la playa y el turismo de masas, y ¡arriba la cultura!: el domingo iríamos a Ayutthaya.

A las 8:30 del domingo Edouard y yo ya estábamos montados en el tren, y en apenas hora y media, a través de preciosos parajes (esta frase la he copiado de la Lonely Planet, ¡gracias chicos!, porque me pasé durmiendo todo el camino ;p), llegamos a nuestro destino.



Ayutthaya, apenas 80 kilómetros al norte de Bangkok, tiene el honor de ser la antigua capital del Reino de Siam, y es la forma más rápida y sencilla desde Bangkok de ver en un ambiente no demasiado urbano templos, estatuas, y otros ejemplos de la famosa arquitectura Tai.





Lo primero al llegar allí, alquilar unas bicicletas. Había otras opciones: moto, tuk-tuk, elefante,… pero la sensación de libertad que te da la bicicleta, y de inseguridad si estás en una ciudad tailandesa, no es comparable a nada.





A partir de ahí templos y más templos, cuyos nombres no voy a reproducir. Muchos de ellos en ruinas, predominando el rojo del ladrillo sobre el mármol que los recubría originalmente. Normalmente cada templo se compone de más de una unidad, y templos, muros, columnas, templetes, y árboles, forman una especie de laberintos, entre los que el paseo se hace muy agradable a pesar de ser casi mediodía. El ambiente de paz espiritual creado por el juego de colores y formas nos contagiaba incluso a nosotros, invitándonos a la reflexión.





Era la hora de reponer fuerzas, y a eso no hay trance que se le resista. Así que a buscar una sombra, descalzarnos, sentarnos en el suelo ante la mesa, y comer una ración de pollo a la brasa, dos raciones de arroz con salsa de guindilla y una sopa de fideos. Todo ello con un par de botellas de agua y un par de colas. Y claro, la comida muy buena, pero luego traen la cuenta y... 2 euros ¡imposible!. Efectivamente, al minuto volvía la chica, se habían equivocado: 2 euros con 40.



Envalentonados por la salsa de guindilla decidimos salir del centro de la ciudad, rodeado por los ríos Phraya, Pa Sak y Lopburi, y acercarnos a alguno de los templos exteriores. Entonces es cuando vimos las consecuencias de las lluvias torrenciales de hace dos o tres semanas. El Chao Phraya se desbordó, ocupando el agua cientos de metros a ambos márgenes del río, inundando casas y templos que no habían podido ser protegidos por los diques (a base de sacos, barro y estructuras). En algunos puntos una carretera hacía de frontera artificial entre área inundada y protegida. Y era curioso ver como a la puerta de cada casa de la zona inundada, había un bote que utilizaban los residentes para llegar a la zona seca.







Las inundaciones afectaron a viviendas y templos, pero en los más importantes la defensa frente al río era realmente efectiva, estando el nivel del agua bastante por encima del nivel del suelo, y con unas tuberías que drenaban continuamente.



Y así se fue haciendo de noche. Momento de volver a la estación, esperar la hora de retraso con la que llego el tren comiendo unos arroces, y por fin, tomar unas Singhas. Luego dos horitas de pie en un vagón de tercera, con ventilador incluido, hasta que llegamos, cansados de Sol, de bici, y de cultura, a Hualampong.



Os aseguro que el sitio es muy chulo, y el día fue intenso, pero para contar cosas, dan mucho más de si la playa y las islas, ¿verdad?.

5 Comments:

At 4:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Dani!
Te lo estás pasando de PM, no te quejes, chinas, tais, comida barata, bicicletas,más bebida barata....jeje, me alegro que todo este saliendo genial...además ya sabes,por aquí nosotros muertos de envidia.Sorprendido estoy, de que todavía siga vivo el blog, no te vuelvas perezoso, que sino como vamos a concoer las aventuras de "Daniel el Thai".....
Un Abrazo....por cierto trabajas algún dia? jejeje..que tal en esa pezado de oficina?
ahh...y menos historias de templos, desbordamientos y tal y cuentanos de tus chinitas y esas fiestas nocturnas....un shock verte en traje....

 
At 7:22 p. m., Blogger Kepa said...

no sabes la puñetera envidia que me das!!!!!

Besitos desde el Norte

 
At 8:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pero que malvives Dani !!

Beirut.

 
At 4:29 p. m., Blogger DaRoiT said...

Hola!, becario IVEX-Guangzhou al habla, existe alguna manera de contactar contigo via mail?

un saludo!

www.daroit.blogspot.com

 
At 3:42 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ya te vale, cacho cabrón!!! Menudos viajecillos que te estás pegando a costa del Estado... Destructor!!
Bueno sigue disfrutando, recopilando documentos y cuando vuelvas a tu país, si lo haces algún día, ya puedes hacer la segunda parte de Un país en la mochila edición mundial.
Un saludo desde cierzolandia

 

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