02 septiembre 2007

Pai

Por fin, tras 11 meses, parece que los primeros pucelanos (y los últimos) se han aventurado a venir a Tailandia. Directamente desde “el centro” llegaron Lincon, ilustre geógrafo pinciano, y Lara, motera conversa, bajo un tormentón tremendo. Pronto me cercioré de que en el aeropuerto les había timado el taxi (¿por qué hago unas instrucciones de cómo venir rápido y seguro si luego nadie las lee?). Así les ha sucedido a todas las visitas, aunque esta vez asumo mi parte culpa, porque es cierto que cuando escribí eso de “decidle al taxista meter, meter”, no quedaba muy claro que me refería al taxí-“meter”. Y más estando en Tailandia, que eso de meter, meter,... bueno.

Pucela forever!!!



Pero bueno, aquí estaban y estuvieron durante dos semanas. Y a parte de a las compras de falsificaciones en los mercados (siempre de calidad), las copas en el Cheap Charlies, y alguna visita a los neones en Nana Square, y ese tipo de cosas, también me pude acoplar con ellos en uno de los viajes por el país. Era un lugar del que me hablado bastante bien y lo tenía “reservado”: Pai.



Ellos regresaban a Chiang Mai de hacer un trekking, y yo llegué el mismo viernes para ir juntos todos a Pai al día siguiente. Anna y Santi también andaban por la ciudad, así que los cinco nos pasamos toda la tarde en el mercado nocturno para acabar tomándonos unas copas en las terrazas junto al río.

Al día siguiente era cuando comenzaba el viajecillo. Las ideas muy claras, todo perfectamente organizado. Sábado por la mañana por aire: Chiang Mai-Pai en avioneta. Domingo por la tarde por tierra: Pai-Chiang Mai, 140km. en moto.

Así nos presentamos en el aeropuerto de Chang Mai por la mañana. Resulta que la avioneta tenía 11 plazas, y ya estaban todas cogidas. Cambio de plan. ¿Alquilamos un coche?, ¿vamos en furgoneta?. Al final pillamos un taxi y tras casi dos horas de carrera de montaña, puertaco incluido, y montones de curvas llegamos a Pai.



Pai es un pequeño pueblecillo al noroeste del país que poco a poco empezó a ser refugio de artistas y buscavidas locales e internacionales, y ahora mismo es un notable centro de turismo rural se podría decir que “alternativo”, que todavía no ha perdido su carácter tradicional en un valle idílico.



Cuenta con una serie de elementos que le dan un carácter bastante especial: bares con música en directo, galerías de arte, una abundante colonia de rasta-tais que allí viven, y música de Marley saliendo de los garitos. Curioso, sabiendo que es un pueblo ubicado en un lugar perdido de la montaña tailandesa.

Pendientes



En cuanto a actividades de naturaleza y aventura, pues ofrece lo mismo que muchos otros puntos del norte de Tailandia: montañas, bosques, cascadas, tribus, ríos,… Como teníamos planeado un finde motero, nada más llegar, tras el primer paseo por el pueblo, fuimos a una tienda de alquiler.




Segundo cambio. Desestimamos la vuelta del domingo a Chiang Mai en moto, la haríamos en furgoneta. El problema es que no dejaban hacer el trayecto en automáticas, y bueno, para los dos pucelanos era su primer contacto con las dos ruedas. Mejor no jugársela. Haríamos recorridos en moto por la zona, y nos olvidamos del viaje en moto de 4 horas del domingo.



A pesar del cambio de planes, fueron un par de días intensos. Y también dieron para algún pequeño sustillo con las motos (no diré nombres, pero más de uno besó el suelo, o tuvo alguna arrancada acelerada). Así que pensándolo en frío, quizás fue lo correcto el pequeño cambio.



Para arriba y para abajo, por carreteras de montaña y caminos embarrados con nuestras motillos urbanas, en busca de cascadas y manantiales en los que refrescarnos, a través de selvas y plantaciones de arroz. La verdad es que lo de la moto para mí ha sido uno de los mayores descubrimientos de este año (junto con el buceo, los kars, y el cable ski, ;p), algo que siempre había estado ahí y hasta ahora no me había dado cuenta de todo lo que pueden dar de sí.



Tras unas cuantas carreras con la moto y batidos de frutas en bares con decoración jamaicana, llego el momento de dejar Pai y el norte del país. Al que ya, por lo menos en lo que me queda por aquí, no volveré.

La verdad es que me lo pasé genial haciendo el cabra por los caminos, y además llegamos sanos y salvos a casa, ¿qué más se le puede pedir?. Esos días estuvieron entretenidos entre semana, haciendo un poco de guía de Bangkok (lo que el curro me dejaba). Una pena el viaje a Krabi del finde siguiente, al que no me pude apuntar, pero bueno... Y un poco de morriña tras haberme "acercado" a Pucela durante unos cuantos días. Nos vemos.

2 Comments:

At 10:58 p. m., Anonymous Anónimo said...

Dani tio, queremos volver!!!!!

 
At 5:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Dani,
Mi nombre es David y soy el responsable de la red de blogs Nomadblogs Network (nomadblogs.com). He encontrado tu blog a traves de Spaniards y te contacto para ver si te interesa colaborar en un nuevo blog de viajes tematicos sobre Tailandia.
En realidad estamos lanzando una macro red de blogs tematicos por paises ( puedes verlos en www.pordescubrir.com), y ahora empezamos a crear los blogs de cada uno de los paises. He estado leyendo tu blog y me ha gustado mucho tu estilo, creo ademas por lo que leo conoces mas o menos el pais, costumbres, y tal, asi que queria preguntarte si te apetece unirte al equipo.

En principio te ofrecemos el 100% de las ganancias Adsense del blog, y cuando vayamos encontrando sponsors un % sobre lo que podamos conseguir. Se trata de un proyecto a largo plazo, pero realmente interesante y ambicioso.
En fin, cualquier cosa pues no dejes de escribirme y espero tu respuesta,

un saludo
David
www.nomadblogs.com
david@nomadblogs.com

perdon por el comentario, no encontre mail de contacto :-(

 

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